FESTIVAL DE CANTE GRANDE "FOSFORITO" DE PUENTE GENIL

  (Artículo publicado el pasado mes de junio en el "El Pontón", revista cultural de Puente Genil)
                         


El pasado ocho de mayo la Concejala de Promoción del Flamenco de nuestro Ayuntamiento, publicitó, en rueda de prensa, los seis cantaores y la bailaora que el próximo catorce de agosto se subirán sobre el escenario de la quincuagésima primera edición de nuestro festival de cante grande. Son los siguientes: Arcángel, José Mercé, Argentina, Rancapino Hijo, David Pino y Raúl Alcántara El Troya al cante,  y  Rocío Moreno al baile.

Está claro, y lo hemos referido en varias ocasiones, que jamás el cartel de un festival de cante deja plenamente satisfechos a todos los aficionados. En esto del arte jondo, el gusto personal es un elemento sustancial a la hora de valorarlo, así ha sido siempre y lo seguirá siendo. No obstante, esto no impide que los aficionados opinemos, pública o privadamente, sobre el mismo, siempre que lo hagamos de una manera respetuosa. Bien, pues esta,  ni más ni menos,  es la intención de estas líneas, querido lector. Darte mi visión, una de tantas, sobre el elenco de artistas del espectáculo más importante que ofrece Puente Genil todos los años.  

A bote pronto, queda claro que las tres grandes figuras, es decir, los tres indiscutibles reclamos son el jerezano José Mercé y los onubenses Arcángel y Argentina. El cupo pontanés lo protagonizan David Pino y Rocío Moreno, quedando el apartado de las novedades para el gaditano Rancapino Hijo y, el muy conocido por estos lares, Raúl Alcántara El Troya. Estamos, por lo tanto y desde un punto de vista estrictamente artístico, ante un buen cartel, acorde a la categoría de Puente Genil en el mundo del Flamenco.   

Como aspectos novedosos, mas manifiestamente mejorables, con relación a los últimos años observamos lo siguiente:

- No se ha dado participación a las peñas, y a otras asociaciones, en la configuración del cartel como no hace mucho se hacía, por eje, a través de la Comisión de Festejos dirigida, muy eficientemente, por el anterior concejal responsable: don José Antonio Gómez Morillo. En ella, los diferentes partidos políticos, asociaciones y peñas conocían de primera mano los criterios establecidos para diseñar el elenco de artistas, y tenían la posibilidad de ofrecer propuestas.  Desconozco el motivo, mas cuanto menos es sorprendente el abandono, sin motivo aparente, de la acertada línea de estos últimos años, volviendose al proceder de cuando Izquierda Unida estaba en el Equipo Gobierno y que tanto criticó, hasta la extenuación, el actual. ¿Tendrá algo que ver en esto la suficiencia –por decirlo suavemente- que siempre otorgan las mayorías absolutas? Esta manera de actuar –el manido ordeno y mando- es lícita por parte de los responsables del festival, mas me parece claramente errónea. El festival de cante no es patrimonio de ningún concejal/a, de ningún equipo de gobierno, de ninguna empresa o representante, ni por supuesto de ningún partido político. Es patrimonio de Puente Genil, de sus ciudadanos, que tenemos el derecho a participar, mediante los cauces pertinentes, en su desarrollo. Para eso lo sufragamos con nuestros impuestos.  

-Ni entendemos ni compartimos el número de cantaores. En estos últimos años, casi   todos los grandes festivales veraniegos -Mairena, Alhaurín, Ojén…- han ido reduciendo su tiempo de duración y, por tanto, el número de artistas, con el objetivo de evitar que se convirtieran, a altas horas de la mañana y ante la sensata desbandada de gran parte del público, en pequeñas verbenas irrespetuosas de individuos perjudicados, ante la mirada atónita de los últimos artistas. Un festival que comienza a las 22:30 h no puede durar más allá de las tres o tres y media de la mañana. Es imposible, por muy buen aficionado que sea uno, dilatar más de cuatro o cinco horas la capacidad de atención y apreciación. Ya el año pasado se trajeron a seis cantaores, pero fue una excepción con motivo del cincuenta aniversario del festival, como nos dijeron en la comisión creada a tal efecto. Flaco favor le hacemos al Arte Flamenco con actuaciones de este tipo; no así, por supuesto, a la empresa que, finalmente, se encargue de la organización del festival, que verá aumentados sus emolumentos. ¿Habrá sido esto último un elemento determinante…?

- Hablando de la “empresa de turno”, es inaudito que mientras escribo estas líneas  -seis de junio- todavía no se haya elegido a la empresa encargada de su organización. Todos los grandes festivales de este verano llevan meses perfectamente organizados hasta el más mínimo detalle: compromiso y caché, mediante contrato, de los artistas; equipo de sonido; presentación del cartel; seguros…, para facilitar, y asegurar, la oportuna publicidad de los mismos en los diferentes medios de comunicación, redes sociales y otros ámbitos. Sinceramente, es inexplicable…


- Y, por último, un pero al elenco de artistas. Me refiero a la presencia de José Mercé, uno de los grandes en esto del cante, de una increíble trayectoria, pero que ya, con todos mis respetos, no se encuentra capacitado, desde el punto de vista del cante tradicional, para rendir -lo demostró hace dos años- a un nivel acorde a su ALTÍSIMO caché. Mercé, uno de mis cantaores favoritos en mis comienzos de aficionado, lleva muchos años cantando -está en su derecho- otra cosa alejada al Flamenco, y ha perdido el nivel adecuado para interpretar cante clásico en un festival de la categoría del nuestro. Una pregunta muy esclarecedora: ¿a cuántos festivales similares al nuestro va a acudir Mercé este verano…? 
                                                                                                 Álvaro de la Fuente Espejo.
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