SOBRE LA POLÉMICA SUSCITADA EN TORNO AL GASTO DEL FESTIVAL DE CANTE GRANDE FOSFORITO DE PUENTE GENIL


SOBRE LA POLÉMICA SUSCITADA EN TORNO AL GASTO DEL FESTIVAL DE CANTE GRANDE FOSFORITO DE PUENTE GENIL 

La que se ha armado en las redes sociales, concretamente en el omnipresente Facebook, tras la publicación de un documento en el que se detallan los gastos e ingresos de la pasada edición de nuestro Festival de Cante Grande Fosforito. Un documento, por cierto, público, fácilmente localizable en el siguiente enlace de la página web del Ayuntamiento de Puente Genil: http://www.puentegenil.es/areas_municipales/promocion_del_flamenco/gastosingresos_51_festival_cante_grande_fosforito

El debate originado ha sido intenso y diverso, dirigido en varias direcciones. Así, si en el grupo Solo Puente Genil se ha centrado en cuestionar la conveniencia de efectuar una inversión pública tan importante pero deficitaria desde el punto económico, en el grupo Puente Genil con el Flamenco se ha sustanciado más en cuestiones y planteamientos específicamente flamencos. Un servidor, en mi múltiple condición -aficionado, conocedor del mundo del Flamenco, pontanés y estudioso de este apasionante arte, - os propone, con un preclaro talante constructivo, las siguientes reflexiones:

-En primer lugar, es loable la actitud del Ayuntamiento publicitando el desglose de las diferentes partidas de gastos del festival. No obstante, en mi opinión, le ha faltado especificar el dinero que ha cobrado cada uno de los artistas contratados. Como contribuidor, con mis impuestos, con el gasto del festival, honestamente, creo que tengo el derecho de conocerlo, al igual que el resto de mis paisanos. Si se ha especificado, por eje, lo que han cobrado el presentador, el diseñador del cartel/escenario o la empresa de seguridad -actores básicos del evento- ¿por qué no hacerlo también con los demás intervinientes? ¿Se teme o se quiere ocultar algo?

-En segundo lugar, el gasto en cultura no hay que considerarlo jamás como tal, sino como una inversión. La cultura es una de las pocas herramientas que nos queda para conseguir una sociedad más libre, autónoma e ilustrada. Puente Genil, además, posee, nos guste o no, una de las tradiciones flamencas más ricas e importantes de las existentes en España, y es obligación de la administración local protegerla, mimarla y divulgarla. En este sentido, es una realidad más que palpable que tanto el actual Equipo de Gobierno del Ayuntamiento como todos los anteriores han tenido muy claro, desde siempre, nuestra responsabilidad como pueblo con el Arte Flamenco, proponiendo una más que generosa inversión económica. Pero ¡ojo!, aquí no se termina el trabajo, además hay que saber cómo desarrollar dicha inversión, es decir, cómo gestionarla, para no incurrir en el terreno de la ineptitud y/o despilfarro. Y si, honestamente, creemos que no se hace bien y no está adecuadamente fundamentada y desarrollada, como pontanenses tenemos todo el derecho - ¡faltaría más! - de cuestionarla y criticarla, siempre que se haga con el máximo respeto y no entrando en el facilón terreno de los insultos e infamias.  

-Y, en tercer lugar, estoy absolutamente disconforme, y así lo he manifestado en varias ocasiones, con relación a la redistribución de los recursos económicos que, en este pasado 2017, se ha aplicado, desde el punto de vista institucional, al Flamenco en Puente Genil. Gastarse 60000 euros, exclusivamente, en el apartado del elenco de artistas, en un festival de una sola noche, es, con todos mis respetos, un enorme disparate que convendría erradicar lo más pronto posible.  Efectivamente, nuestro festival debe de ser siempre uno de los mejores de España en cuanto a la calidad jonda e interpretativa de los artistas contratados, como consecuencia de nuestra tradición flamenca como pueblo. Pero ojo, en el Flamenco -y esto lo sabemos los aficionados de verdad, los que lo vivimos diariamente, gozamos y también, en ocasiones, padecemos- la calidad no siempre va acorde con el renombre de los artistas y las intenciones, e intereses, de los representantes y empresas contratadoras.  Por una cantidad sensiblemente inferior, pongamos por eje 40000 euros, podemos ofrecer un festival, cuanto menos, de la misma calidad jonda y artística que el aquí cuestionado - ejemplos hay múltiples en el resto de Andalucía-  y destinar los 20000 restantes, en el fomento del Flamenco – con recitales, jornadas didácticas, pequeños festivales con los artistas locales…- durante el resto del año, poniendo en valor nuestra abandonada Sala Fosforito e implicando a la afición local y comarcal.  Se conseguiría una programación flamenca anual, si se me permite la expresión, bestial y acorde a la inversión realizada. Esto que digo no es demagogia ni un brindis al sol, sino una realidad como un templo que conocemos de sobra los que estamos metidos de lleno en este complejo mundo del Flamenco. Efectivamente, el gestor político no tiene por qué poseer la formación adecuada para conocer estos extremos, pero como gestor de lo público, sí que tiene la obligación de asesorarse de la mejor manera posible. En este caso concreto, se podría recuperar, por eje, la consulta a las diferentes peñas y asociaciones que trabajan por el Flamenco de nuestro pueblo, donde hay aficionados de reconocida solvencia.  

En definitiva, estimados lectores, inversión pública en el Flamenco toda la que se pueda, mas con cabeza, seriedad y eficacia. En lo primero, y aquí hago uso de mi vocación docente, le pongo a mi Ayuntamiento, claramente, un sobresaliente; en lo segundo, lamentablemente, un suspenso, pero con amplio margen de mejora.




                                                              Álvaro de la Fuente Espejo

PD: En este enlace, podrás ver una noticia interesante. No tiene desperdicio: https://www.elsaltodiario.com/culturas/el-chiringuito-malagueno-de-los-eventos-publicos

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