CÓRDOBA SEÑALA EL CAMINO

         
                               
Foto procedente del Diario Córdoba
Desde su primera edición celebrada en 1956, ganada con una rotundidad incontestable por, en aquel entonces, un jovencísimo Fosforito, todos los agentes del flamenco –aficionados, artistas, productores…- esperamos, por amplia mayoría, el Concurso Nacional de Arte Flamenco como una brújula que nos indique hacia donde debe de ir el cante en los próximos años. Deseamos el nacimiento de una figura mesiánica que ponga orden y fije directrices sólidas y creíbles ante la perenne sensación caótica que los aficionados de diferentes perspectivas y colores siempre hemos sentido, en todas las épocas, de una manera, en algunos casos, patológica ante la tan manida “paupérrima situación del cante jondo”. Acordémonos de lo que pontificaba Demófilo poniendo a parir de un burro a la época del cante comandada por el gran Silverio…

Cierto es que dicho evento ya no tiene la relevancia de la que hizo gala en las primeras décadas, en las que, en general, los ganadores recibían un marchamo de calidad definitivo para su trayectoria artística. Son varios factores los que, en mi opinión, han contribuido a menguar, considerable y definitivamente, la importancia de los grandes concursos (La Unión, Mairena y Córdoba) en el devenir artístico de los participantes. La mal enfocada y peor utilizada cultura de la subvención pública, el trajineo inmisericorde y desvergonzante de, casi todos, los representantes artísticos o los hábitos implantados por los potentes medios de comunicación y redes sociales, entre otros, han debilitado la relevancia de los concursos, además de distraer a los propios cantaores en pro de un esfuerzo vital más facilón y, por tanto, menos consistente y fiable para adquirir los complejos conocimientos de la música flamenca. Un género artístico profesional de tradición oral, mas culto desde todas las perspectivas, que es necesario cultivar y aprehender con insistencia y enorme pasión.

No obstante, y a pesar de los pesares, todavía algunos quijotescos aficionados y románticos de lo jondo, acuden prestos cada tres años a esta cita en búsqueda de alguna luz, de un halito de esperanza que les, entre tanto desconcierto reinante, insufle de cierta ilusión jonda. Una ilusión que unos la fundamentan en la estética premiada en el concurso, y otros en la calidad jonda, sin más. Un servidor, que ya no cree en la relevancia tradicional de este ni de ningún otro concurso, si tuviese que situarse en algunos de estos dos planos, lo haría, indudablemente, en el segundo. Creo, honestamente, que es hora de dejar atrás, de manera definitiva, la época de aquellas divisiones y dicotomías interminables, fundamentadas, con exclusividad, en el gusto personal, planteamientos chovinistas y/o indeseados irrazonamientos racistas, que tanto daño han perpetrado al mundo del flamenco, y cuyos efectos aún subyacen de forma prominente entre un amplio espectro de aficionados y estudiosos. Desde estas premisas, me alegro enormemente de que, en el apartado del cante, el jurado formado por Vicente Soto, Maite Martín y Arcángel, haya premiado a Francisco Escudero El Perrete. Un joven cantaor extremeño de veintisiete años, paradigmático de las, para mí, auténticas calidades del cante: la musical, expresividad jonda, el conocimiento y la honestidad entre lo que se siente, intenta y propone. Todos los buenos aficionados con los que he departido y tuvieron la oportunidad de escucharlo in situ en la final, coinciden en que hacía mucho tiempo que no percibían las sensaciones del pasado martes en el Gran Teatro de Córdoba en el marco de un Concurso Nacional de Arte Flamenco. Estamos, Dios mediante, ante una  figura en ciernes, que, si tiene suerte y continúa en la senda del esfuerzo, la sensatez y humildad, dará que hablar. Que así sea.

                                                                                                                      Álvaro de la Fuente  Espejo

PD: Aquí os dejo estas magníficas tonás campesinas interpretada en la gran final:



                                                                                                                       


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