ENTREVISTA A ALFONSO MOGABURO CID, UN FLAMENCO EN NUEVA YORK

 

Conocí a Alfonso Mogaburo Cid hace diez años a través de las redes sociales. Este flautista, cantaor y gran aficionado sevillano vive en Nueva York desde hace más de dos décadas, donde desarrolla una bonita e impresionante labor de divulgación del arte flamenco por las Américas.  

 

Bienvenido Alfonso a saludosflamencos, tu casa siempre.

 

1.-Cuéntanos, ¿de dónde te viene tu afición al flamenco?


Mi afición al Flamenco llegó de forma tardía, tenía ya 18 años cuando verdaderamente me empecé a adentrar en este maravilloso mundo. Durante mi infancia siempre escuché a mi madre cantiñearse, Trianera de un patio de vecinos de la Calle Alfarería, en casa se escuchaban soleares, peteneras, fandangos, bulerías y coplas de La Piquer. Otra influencia fue mi abuelo. A él siempre le gustó mucho la farándula. Aún siendo cocinero de profesión, llegó al punto de meterse a empresario artístico en plena postguerra, y organizó un espectáculo Flamenco en Fuente de Cantos, en la provincia de Badajoz, el pueblo de mi abuela. Para ahorrarse el dinero llevó a unos artistas Flamencos tan malitos que tuvieron que salir huyendo del pueblo. Por poco me lo matan. Se creía él que la gente en Extremadura no entiende de Flamenco. ¡Craso error!


Fue a raíz de conocer a mi querido amigo Sergio Iglesias en 1989 que comencé a asistir a las actividades de la Peña Torres-Macarena en Sevilla. Juan Iglesias, su padre, era el presidente de esa prestigiosa institución en aquella época. Gracias a mi amistad con su hijo tuve la oportunidad de disfrutar de recitales de figuras como Chocolate, Inés y Pedro Bacán, José Mercé, El Pele, Aurora Vargas, Chano Lobato, Carmen Ledesma, Javier Latorre, etc… Fue un viaje sin retorno que dura hasta hoy día.

 

2.-Cuando te conocí a través de las redes, me llamó poderosísimamente la atención, hurgando en tu perfil del Facebook, la intensa actividad flamenca que desarrollas en Nueva York, tanto desde el punto de vista artístico como docente. Háblanos de la misma.


La Ciudad de Nueva York es una tierra a la que le debo muchísimo. Empezando por Martha, mi querida esposa, cantante de Jazz y chelista, que me ha entendido y apoyado siempre en mi carrera como músico. Y después he de dar las gracias a todos los profesionales del Flamenco en esta ciudad que me han acogido desde el primer momento, desde que llegué allá por 1997. Como simple aficionado al cante que era, no tenía ni idea de como acompañar al baile. El baile es la mayor atracción del Flamenco en los EEUU, por razones obvias, es lo más visual, luego toque y luego el cante. Fueron los profesionales neoyorquinos los que me enseñaron los códigos del baile.  


Nueva York, hasta el momento de la llegada de esta terrible pandemia que estamos sufriendo, es una ciudad con una actividad cultural y artística vibrante, diría más, apabullante. La cultura como ocio es parte del código genético, la tradición del pueblo de esta ciudad. No sólo eso, la gente tiene conciencia de su labor de mecenazgo, paga y aprecia el arte, la música, la cultura. Desde el Lincoln Center con su Opera House, a los teatros de Broadway, pasando por cualquier restaurante, club de Jazz, o sala de conciertos, la oferta de actividades musicales es tan diversa como tradiciones musicales hay en este mundo. Gracias a ese dinamismo he podido dedicarme sobre todo como cantaor “pa’ atrás”, como miembro de compañías de Flamenco radicadas en Nueva York o en otras ciudades de los EEUU, como músico autónomo, o incluso como productor de espectáculos en pequeñas salas, teatros y restaurantes (lo equivalente a los tablaos en España). 


"La cultura en Nueva York como ocio es parte del código genético, la tradición del pueblo de esta ciudad. No sólo eso, la gente tiene conciencia de su labor de mecenazgo, paga y aprecia el arte, la música, la cultura".


He sido también miembro fundador de varias bandas en las que fusionamos el Flamenco con otras músicas como los “Gazpacho Andalú”, como vocalista de la banda de Rock “Dientes de Caramelo”, y últimamente he tenido la fortuna de poder desarrollar mis escarceos como flautista con mi otro amor musical, el Jazz, con la banda de Jazz-Flamenco del pianista granadino Jesús Hernández, los “New Bojaira”.


Una experiencia que me animó muchísimo para iniciar mi actividad docente fue gracias a los dos cursos intensivos de verano que hice en en la Fundación Cristina Heeren de Arte Flamenco. Allí no sólo aprendí con maestros extraordinarios como los cantaores Paco Taranto, Rocío Márquez, la cordobesa Elena Morales, o historiadoras como Pepa Sánchez, sino que también aprendí una metodología de enseñanza. Las clases que recibí en la fundación de técnica vocal con la logopeda María José Lama las recuerdo ahora y valen su peso en oro. 


Con el paso del tiempo, el aprender y poder expresarme en Inglés también me animó a enseñar nuestra cultura a los aficionados norteamericanos. Sobre todo son bailaoras las muestran interés en aprender más sobre el cante para mejorar su baile.     


3.- Un sevillano, amante de todo lo andaluz y español, afincado en la Gran Manzana. ¿Cómo se percibe allí el flamenco? ¿Muestra interés el ciudadano neoyorquino (y en general el norteamericano) amante de la música y la cultura, por conocerlo?


El interés depende de las personas. La gran mayoría del público estadounidense tiene un concepto muy estereotipado del Flamenco, si es que lo conoce. En los EEUU hay una división muy clara económica y culturalmente hablando entre la ciudad y las zonas rurales. Es en los centros urbanos de todo el país donde hay un público, normalmente de clase media y con un nivel cultural alto, que se interesa muchísimo por nuestro arte, hasta el punto de hacerlo parte de su vida cotidiana. Son personas tanto de origen hispanoamericano, como de origen europeo, afroamericano o incluso asiático. El Flamenco se ha ido extendiendo cada vez más a otras zonas y ciudades en los años que he vivido aquí. En Nueva York hay una comunidad de artistas, estudiantes y  aficionados que son el pilar que sostiene la oferta cultural Flamenca de la ciudad. Eso unido a la cultura de ocio que mencionaba antes, ahí tenemos al público que viene a nuestros espectáculos.

    

4.- En términos generales, ¿encuentras diferencias entre Estados Unidos y España en cuanto a la valoración y tratamiento de la música, tanto desde el punto de vista cultural como profesional?


Aquí la música, el teatro, el arte, la poesía, incluso la oratoria, son disciplinas que se enseñan en las escuelas desde edad muy temprana, tanto en colegios públicos como privados. Una de las actividades a las que me he dedicado durante años gracias a la compañía de Flamenco Vivo-Carlota Santana, es a llevar el Flamenco al sistema educativo de la Ciudad de Nueva York. Esta compañía tiene toda una plantilla de artistas que se dedican todos los días lectivos a enseñar nuestro arte a los niños y niñas de esta ciudad. Eso crea afición no sólo al Flamenco, sino a las artes en general. Aquí se entiende que el arte es parte íntegra del desarrollo de una persona. Las instalaciones también son reflejo de esa filosofía, más de una ciudad y pueblo en España se contentaría con los teatros y auditorios de muchos de los colegios que he visto aquí en los EEUU. Partiendo de ese punto, se entiende la enorme actividad cultural y económica que se genera alrededor del arte en este país. Todo eso crea una cultura, crea público, que después revierte en la actividad profesional de los artistas.


Aparte de la iniciativa privada de productores, promotores, teatros e instituciones culturales de prestigio internacional (Lincoln Center, Carnegie Hall, etc…), así como bancos y empresas (las donaciones a las artes desgravan impuestos), también existe un sistema de ayudas y subvenciones para artistas a nivel federal, estatal y municipal. Estas ayudas se otorgan a través de un riguroso proceso de selección, que requiere presentar un proyecto muy claro, con documentación del bagaje profesional del artista y que no responde en absoluto a cuestiones políticas o partidistas. No he solicitado dichas ayudas, pero si me he beneficiado de ellas, al ser parte del elenco de proyectos que las han recibido. 


"Una de las actividades a las que me he dedicado durante años gracias a la compañía de Flamenco Vivo-Carlota Santana, es a llevar el Flamenco al sistema educativo de la Ciudad de Nueva York. Esta compañía tiene toda una plantilla de artistas que se dedican todos los días lectivos a enseñar nuestro arte a los niños y niñas de esta ciudad!.


Yo me he movido más a nivel particular y como autónomo. He colaborado con otros artistas y hemos aunado esfuerzos para hacer espectáculos en restaurantes, salas de conciertos o en algunos de los muchos teatros que proliferan por la ciudad. Este mismo fin de semana pasado organizamos con mi compañera y bailaora Xianix Barrera, un recital navideño que por culpa de la pandemia tuvimos que transmitir en línea con nuestros estudiantes de baile y cante actuando para sus familias desde sus casas. En esta época de Covid, no hay más remedio que adaptarse.

     

5.- Como bien sabes, en los últimos años se ha abierto una línea muy interesante de investigación en cuanto a la influencia de América en el proceso de gestación de la música flamenca. Como buen conocedor del folclore musical americano, ¿qué opinas? ¿ves parecido real entre la música flamenca y la música afroamericana?


Yo no es que vea parecido, es que el Flamenco es parte de una cultura transatlántica. A pesar del paso del tiempo, la historia, las colonizaciones, la esclavitud, las guerras, la política, los oceanos y las fronteras, el Flamenco y nuestra idiosincrasia Andaluza no se entiende sin ese trasiego que se generó en ambos lados del Atlántico. Andalucía, junto con las Canarias, es la región más hispanoamericana de España. De eso no me cabe la menor duda. 


Yo creo que la invención del bajo continuo y el ostinato (el toque por soleá, seguiriya, tango, guajira y fandango, no son más que eso, ostinatos), se desarrolló durante el renacimiento y el barroco Español. La influencia de los esclavos Africanos, tanto en España como en las Américas, fue fundamental para ese fin. No hay más que escuchar el cumbés de Santiago de Murcia, la danza de los canarios de Gaspar Sanz, o a un músico jarocho tocando la petenera Veracruzana en México, para darnos cuenta que todo esto es parte de un todo. Lo curioso, y no es coincidencia, todas estas músicas tienen algo en común, la presencia negra y esclava en esas tierras, la diáspora Africana en ambos lados del Atlántico. 


Con respecto a lo Afroamericano en los EEUU y su conexión con el Flamenco, diré que Nueva Orleans es el equivalente de Cádiz en este país. Cuando la Luisiana Francesa pasó a formar parte de la corona Española en 1763, allí hubo un trasiego no sólo de mercancías, sino también de ideas, de razas, de músicas que dieron pie a un caldo de cultivo con influencias muy claras. Lo que mi amigo Raúl Rodríguez, y tocaor de tres Flamenco del grupo Son de la Frontera, denomina el Caribe Afroandaluz. Incluso el ragtime de Scott Joplin tiene algo que en Nueva Orleans llaman el “Spanish tinge” o la “marca Española”. Eso no es más que el patrón de Habanera, que en nuestro arte se expresa a través de los tangos Flamencos y todas sus variantes. Para mí no hay duda alguna. La confirmación la encontramos en el incansable trabajo de investigación de musicólogos como Faustino Núñez, Guillermo Castro, y muchos otros,  y en documentales como “Gurumbé: canción de tu memoria negra” del director Miguel Ángel Rosales. Lo Africano no es accesorio en el Flamenco, es fundamental. 


        

6.-El norteamericano que muestra interés por acercarse al flamenco, ¿lo hace desde una perspectiva exótica y romántica (por aquello del gitanismo) o bien buscando un conocimiento más real?


Es evidente que hay mucho de romanticismo entre el público norteamericano. Aun así, creo que no se puede trasplantar a los EEUU ese tipo de debate, al menos tal y como lo planteamos entre los aficionados en España. El público estadounidense en general carece de las referencias culturales e históricas para tener ese tipo de debate. Otra cosa son las personas que nos dedicamos profesionalmente al Flamenco aquí, ya ahí hay opiniones variadas y divergentes. 


"Más de una ciudad y pueblo en España se contentaría con los teatros y auditorios de muchos de los colegios que he visto aquí en los EEUU"


Pero como dije, el romanticismo dejó una imagen muy potente de España, del Flamenco y los gitanos en la percepción de nuestro arte en el extranjero. Para el norteamericano, e incluso el hispanoamericano, el Flamenco es sinónimo de todo lo español. 


A mí, la verdad sea dicha, no me gusta hablar en términos de cante gitano o cante payo, para mí hay buen Flamenco, buena música, independientemente de la raza del que la interprete. Tampoco podría dedicarme al Flamenco en una ciudad con tanta diversidad racial si fuera pensando en esos términos. La multiculturalidad de esta ciudad te abre la mente, es una cuestión de supervivencia.


Con respecto a una búsqueda real, eso depende del nivel de interés de cada persona. Aquí en los EEUU hay desde personas que toman clases de baile, toque, o cante por simple afición o como hobby, hasta artistas estadounidenses (y alemanes) buenísimos que se dedican en cuerpo y alma, como expertos y eminencias que editan libros y hacen estudios académicos y disertaciones a nivel universitario. 


También depende de lo que llamemos búsqueda real. ¿Es la búsqueda de un aficionado en España la misma que la búsqueda de una estudiante de baile, o cante en Nueva York? Las necesidades, el entorno, la sociedad, el profesionalismo o la afición, y las circunstancias en las que se mueven unos y otros son muy diferentes. Una cosa está clara, hay que ir a nuestra tierra andaluza, a España, para aprender de la raíz. Pero por otro lado, si el Flamenco es un patrimonio inmaterial de la humanidad, declarado así por la Unesco, ya no nos pertenece únicamente a los Andaluces o los Españoles. Yo creo que tanto unos como otros aportan, suman, hacen del Flamenco parte integral de sus vidas, y eso, en definitiva, es bueno para nuestro arte.   

  

7.- ¿Son conscientes en América que allí el flamenco siempre ha estado presente? Silverio, Sabicas, Carmen Amaya, numerosas compañías de baile…


El Flamenco ha estado presente en Nueva York desde antes de ser Flamenco. Ya en 1840 la bailarina Fanny Elssler causó sensación bailando la cachucha de la escuela bolera en los teatros neoyorquinos. Posteriormente, en 1890, fue la bailaora almeriense Carmen Dauset Moreno “La Carmencita” quien embaucó a la Gran Manzana y parte de los EEUU con su arte Flamenco. Fue la primera mujer en ser filmada con el novísimo sistema cinematográfico, el kinetoscopio, de Thomas Alva Edison en 1894. En plena Calle 34, en frente de los grandes almacenes Macy’s, los mismos que organizan el famoso desfile del Día de Acción de Gracias, hay una placa informativa sobre Carmencita explicando los éxitos de nuestra compatriota. 


Creo que el ambiente Flamenco de Nueva York es consecuencia directa del legado de esos artistas que mencionas. Nueva York todavía está rendido ante los pies de Carmen Amaya y las manos de Sabicas. La compañía Flamenca del bailaor de ascendencia italiana y originario de Brooklyn, José Greco, y con la que giró un jovencísimo Paco de Lucía, también es legendaria y parte de la memoria colectiva de muchos estadounidenses. Este legado se vio reconocido en una exposición en la Biblioteca Pública de New York titulada “100 Years of Flamenco in New York” y que fue un gran éxito. 


"Nueva York todavía está rendido ante los pies de Carmen Amaya y las manos de Sabicas"

   

8.- ¿Cómo ves desde la lejanía la situación del flamenco en España?


Para el que se gane la vida con esto, es un desastre. Las circunstancias causadas por la pandemia de coronavirus son dramáticas. La inactividad absoluta del sector del espectáculo y la falta del turismo es la “puntillá” para los artistas, y para colmo parece que las instituciones públicas han abandonado al sector por completo. Se habla mucho de la ‘marca España”, pero después se ignora lo que aporta nuestro arte a esa imagen. Es tiempo para adaptarse y conectar con el público en línea. La situación también es dramática en Nueva York. Muchos de mis compañeros y yo hemos empezado a dar clases en vídeo conferencia y hacer espectáculos en línea, al igual que en España. 


A pesar de todo esto, con anterioridad a la pandemia, soy de la opinión que las instituciones públicas en España ejercen un papel excesivamente importante a la hora de producir espectáculos, sea a nivel de festivales, certámenes, peñas, etc... Es posible que me equivoque, hace mucho que no vivo en España, pero son contados los artistas que tienen la iniciativa privada de producir sus propias giras. Otras iniciativas privadas son los tablaos y los chiringuitos en la costa, los cuales sin el turismo no sobreviven. Es una pena que el público nacional no vaya a los tablaos. Hay prejuicios contra esos espectáculos que son considerados para turistas, y lo son, es la realidad. Aun así, fui a dos tablaos en Sevilla en agosto del 2019 y vi canela en rama. ¡Qué nivelazo! Eso sí, son caros, cobran lo más grande, y eso echa para atrás al público local. Creo que hay que repensar la relación de los tablaos con la afición.  


Hay que educar a la gente joven en las escuelas, al público en general, y acercarlo más al Flamenco, a las peñas (esos clubes exclusivos para iniciados), a los tablaos, a los festivales. Hay que replantearse, modernizar, la relación del público con el Flamenco, tener más iniciativa y reformar el sector. 


También me pregunto. ¿Dónde están las agencias de artistas y los promotores de espectáculos de antaño?     


Dientes de Caramelo: Peter Teresi, Kevin Martillo, Christopher Morell, Alfonso Cid, Jed Miley and Sean Kupisz.
Grupo Dientes de Caramelo

9- ¿Crees que en nuestras Españas está el flamenco adecuadamente valorado desde el punto de vista social y cultural?


Creo que la valoración que se hace en general del Flamenco ha mejorado en nuestra sociedad. Hoy en día es de ignorantes menoscabar al Flamenco. Otra cosa es crear polémica y escandalizar al personal desde la prensa amarilla, como ha ocurrido últimamente, o emitir juicios desde posiciones nacionalistas con fines políticos. Creo que es un gran error usar una expresión artística como arma arrojadiza.   

  

10.- Me consta que no solo canta y tocas flamenco, sino que también estudias su dimensión musical e histórica, ¿qué opinas de la polémica obra, que creo que has leído, Arqueología de lo Jondo?


Mi afán por estudiar el aspecto musical e histórico del Flamenco me viene por el simple hecho que al vivir tan lejos, siento que he de compensar por esa falta de contacto físico y vivencial con nuestra tierra. Aparte de que me encanta la historia, mi curiosidad por adquirir conocimientos sobre el Flamenco me hace sentir que tengo legitimidad a la hora de hablar sobre él. Si amas algo, tienes que conocerlo en profundidad, y conocer el aspecto histórico y musicológico del Flamenco es esencial.

"Soy de la opinión que las instituciones públicas en España ejercen un papel excesivamente importante a la hora de producir espectáculos, sea a nivel de festivales, certámenes, peñas, etc... Es posible que me equivoque, hace mucho que no vivo en España, pero son contados los artistas que tienen la iniciativa privada de producir sus propias giras"


Con respecto a Arqueología de lo jondo, veo un libro al que le falta solidez, rigor científico y etimológico. No sé Arabe, pero lo encuentro extremadamente caprichoso en sus planteamientos y comparaciones de términos árabes y flamencos. No me convence, por el simple hecho que ignora el excelente trabajo de muchos, que se han dejado las pestañas en los archivos y las hemerotecas leyendo, buscando pistas y documentos para esclarecer el origen de lo jondo. Tiene ideas, porque el señor es culto y se ve que está preparado, pero ignora el bagaje que han dejado expertos del flamenco con conclusiones muy importantes y esclarecedoras. Es un libro que puede engatusar al que no es ducho en el tema. Tiene un carácter poético y romántico que hasta a mí me pareció atractivo por momentos, pero no convence, le faltan datos.    


11.-En tu opinión, ¿qué es cantar bien, más allá de los gustos y las fobias de cada uno? Es sorprendente cómo muchos aficionados, con un bagaje importante en cuanto a vivencias y conocimientos, no se ponen de acuerdo sobre esto…


Cantar bien es transmitir emoción. Crear comunicación, esa comunión con tus compañeros, sea el guitarrista, los palmeros, el cajonero y la bailaora o el bailaor si los hay, y el público. El arte en general, creo yo, debe conjurar lo sublime, o por lo menos llegar a un instante de gracia en el que todo está en su sitio. El buen cante tiene que provocar que todos respiremos juntos para decir un ¡ole!     


12-Estuviste en la Escuela Cristina Heeren como alumno, ¿son apropiadas estas instituciones, como también los conservatorios, para aprender  flamenco? Por cierto, Cristina tiene que ser una persona fascinante, dejó todo en Norteamérica (su familia, amigos…), para venirse a España a gastarse toda su fortuna en el flamenco….


Tuve la suerte de asistir al cursillo de verano de la Fundación Cristina Heeren en julio de 2007 y 2008. Yo estuve allí en la misma gloria. Rodeado de Flamenco desde las 9 de la mañana hasta las 3 de la tarde de lunes a viernes. Comenzábamos a primera hora con las clases de técnica vocal con la logopeda María José Lama. Esas clases me han salvado mis cuerdas vocales sin duda alguna. Después nos daban dos clases de repertorio de hora y media cada una con el maestro Paco Taranto (que en paz descanse), o con las magníficas Rocío Márquez en 2007 y Elena Morales en 2008. La última clase del día era con la historiadora e investigadora Pepa Sánchez, que es nada más y nada menos que hija de Naranjito de Triana. Ella nos daba clase de aspectos teóricos y de la historia del Flamenco. Lo repito, yo allí estuve en la gloria, no sólo porque aprendía de los maestros, sino porque había compañeros de clase que ya eran cantaores aficionados o semiprofesionales y cantaban como los ángeles. 


Yo opino que estas instituciones y conservatorios son necesarios, aportan otra forma de aprender y preservar nuestro arte. Las cosas cuando se hacen bien, con un método, con rigor, y con razón de ser, sólo pueden dar resultados positivos. Hay otras formas de aprender Flamenco, en el seno familiar, en las peñas, en la calle con tus colegas, etc… Pero en muchos aspectos estas instituciones imparten clases mostrando la línea recta entre el punto A al punto B, especialmente cuando te rodeas de buenos maestros como los que hay en la Fundación Cristina Heeren. Es curioso que tenga que venir alguien de afuera, la estadounidense Cristina Heeren, con buenas ideas, o simplemente ideas y planteamientos diferentes, para aportar donde antes había un vacío en la docencia del Flamenco. Es un ejemplo de una persona particular, que con iniciativa privada, ha aportado mucho al Flamenco. Yo la he conocido en persona en dos ocasiones, y en ambas le he dado las gracias encarecidamente por haberme dado la oportunidad de asistir a su fundación.  


"Hacer cantar (refiriéndose a Rosalía) al público de un estadio en Argentina por tangos o bulerías es un logro que muy pocos artistas flamencos han conseguido. Que una artista de nuestro país haya llegado hasta ahí arriba, en el palmarés de la música pop internacional, me llena de orgullo como Español"

        

13.-Te he visto en las redes mostrar con Rosalía una posición muy receptiva y comprensiva. ¿La consideras flamenca? ¿Añade o resta al flamenco? ¿Cómo crees que la juzgará la historia? Por cierto, cada vez que ha ido a Norteamérica, creo que ha triunfado de una manera absolutamente rotunda e increíble…


La gente mayor, me estoy haciendo viejo, siempre nos quejamos de lo perdida que está la juventud, que no tienen valores, o vergüenza, o tal o más cual… Rosalía es un ejemplo de todo lo contrario. Es una persona con ambición, con talento, con belleza física y con un objetivo muy claro, llegar a ser una estrella de la música pop. Lo ha conseguido. Si fuese mi hija, mi sobrina, o mi nieta, estaría orgullosísimo de sus logros. Una cosa está clara, tú no llegas a donde ha llegado ella tirada en un sofá. Ahí hay muchísimo trabajo desde modistas, peluqueras, maquilladoras, a un equipo de marketing y de prensa, muchas horas de gimnasio, de ensayo creando las coreografías de los espectáculos y los vídeos. Eso tiene muchísimo mérito y todo un proceso creativo que está muy bien pensado. Ha sabido usar muy bien elementos del Flamenco, para popularizarlo aún más si cabe en el mundo. Hacer cantar al público de un estadio en Argentina por tangos o bulerías es un logro que muy pocos artistas flamencos han conseguido. Que una artista de nuestro país haya llegado hasta ahí arriba, en el palmarés de la música pop internacional, me llena de orgullo como Español.


Yo tuve la suerte de grabar una pincelada Flamenca en un tema titulado “Mi Santa” del popularísimo artista de bachata Dominicano Romeo Santos, con el honor añadido de que en ese mismo tema grabó a su vez el gran guitarrista Tomatito. Como el espectáculo en directo en las giras de ese tipo de  producciones tiene que sonar como en el disco, acabé yendo de gira con su banda por toda Hispanoamérica, Norteamérica y Europa durante cuatro años. Gracias a esa experiencia comprendí el esfuerzo que hay detrás de una producción de esas características y tamaño. Como sólo cantaba en un tema, tenia mucho tiempo libre para estudiar música o leer en los camerinos, pero también me interesé por el trabajo de los técnicos de luces, de vídeo, de sonido, los tramoyistas, en estadios de fútbol, en pabellones de deportes, en auditorios tan preciosos como el del Festival de Viña del Mar en Chile. Sé de primera mano lo que requiere producir un espectáculo de tal magnitud y muy similar al que Rosalía ha llevado de gira por el mundo. Además generan muchos puestos de trabajo para todos esos técnicos y equipo de producción que, dicho sea de paso, son gente fantástica.


¿Que ella sea una cantaora revolucionaria, el nuevo referente del Flamenco? Lo dudo muchísimo. Esa es una estrategia de marketing que no se corresponde con la realidad. ¿Qué queramos criticarla por ello y denostar su trabajo? Pues no, por las razones que he dicho anteriormente. A mí ella no me ha hecho daño ninguno, al contrario, más gente se ha interesado por el Flamenco gracias a ella, especialmente gente joven y aquí en el extranjero.   

 

14.- Me consta que posees una gran conciencia política, que muestras constantemente en las redes, algo de agradecer en este mundo tan dominado por lo políticamente correcto. Dime, ¿qué opinas de esa tendencia, que todavía existe en España entre algunos sectores, que considera al flamenco como un arte franquista, y por lo tanto algo rancio y casposo?


Aparte de opiniones políticas e ideológicas, está demostrado históricamente que el régimen de Francisco Franco usó la copla y el Flamenco para homogeneizar culturalmente y crear una imagen de  España con fines propagandísticos. Uno de los objetivos, entre otros muchos, era reprimir las tendencias nacionalistas de Vascos y Catalanes. Eso no me lo invento yo, eso está demostrado y contrastado. Otra cosa es que gracias a esa política cultural se crease arte de calidad o no, yo creo que sí hubo arte de muy buena calidad, excelente diría yo. El cine, la producción musical y los espectáculos de aquella época así lo demuestra, encontramos verdaderas joyas de Imperio Argentina, Lola Flores, Manolo Caracol, Pepe Marchena, Juan Valderrama, Juanita Reina, Concha Piquer, etc… ¡Qué voy a decir que no sepamos! De todos es sabido también que fue esa interpretación del Flamenco contra la que se reveló Antonio Mairena, llevándolo a iniciar su campaña de “dignificación” del cante. También durante el Franquismo se desarrollaron otros artistas y actividades Flamencas que ahora, en retrospectiva, representan una verdadera edad de oro de nuestro arte.


"Repudiar una forma artística del calado y la importancia del Flamenco, por cuestiones políticas del pasado, es de ignorantes"     


Un problema de los defensores de lo “políticamente correcto”, con los que en ocasiones estoy de acuerdo, pero en otras muchas no, es que juzgan otros períodos históricos desde un punto de vista y con valores del mundo de hoy. Eso es un error, hay que contextualizar históricamente a esos personajes, y pensar que hay un proceso de adaptación a las circunstancias que a cada uno le tocó vivir. La historia está escrita por los vencedores, eso es evidente, y revisar la historia con lupa para esclarecer la verdad es algo necesario, de otra forma no aprenderíamos de los errores del pasado. Pero de ahí a repudiar una forma artística del calado y la importancia del Flamenco, por cuestiones políticas del pasado, es de ignorantes.        

     

15.-Defíneme con una frase a estos artistas pasados y presentes: 


-Don Antonio Chacón: un creador nato, el Enrico Caruso del Flamenco. 

-Manuel Torre: la voz de la quintaesencia Flamenca. 

-La Niña de los Peines: la mejor de todos los tiempos.

-Tomás Pavón: un genio de la música.

-Ramón Montoya: el primer tocaor moderno de la historia.

-Pepe Marchena: un jilguero de canto delicioso.  

-Carmen Amaya: un volcán del baile. 

-Antonio El Bailarín: el culmen de la escuela sevillana del baile.  

-Caracol: el duende personificado.

-Fosforito: un grandísimo maestro, una referencia obligada.

-Juanito Valderrama: una enciclopedia del cante.

-La Fernanda de Utrera: ¡la soleá!

-Antonio Mairena: un grandísimo cantaor, 

-Paco de Lucía: el antes y el después, el alfa y el omega de la guitarra Flamenca.

-Camarón de la Isla: el dios revolucionario del cante.

-Enrique Morente: el Pablo Picasso y genio de la música Flamenca.

-Manuel Agujetas: una raza entera en su garganta.

-Miguel Poveda: un profesional como la copa de una pino.

-Arcángel: otro profesional como la copa de un pino.

-Antonio Reyes: me embriaga la miel de su garganta. 

-Mayte Martín: la clase, la exquisitez absoluta en el cante.

-Israel Fernández: tengo que escucharlo más, es muy joven para juzgar.

-Rocío Márquez: mi maestra.

-Israel Galván: el Pablo Picasso y genio del baile.

-María Terremoto: una gran promesa del cante jerezano hecha realidad.

-Niño de Elche: un provocador, un ex-cantaor y post-flamenco.

-David Pino: un manantial de agua clara.


16.- Por último, ¿qué te pareció Puente Genil cuando hace unos años me acompañaste a nuestro festival? ¿cómo recuerdas esa noche?


Recuerdo aquella noche con muchísimo cariño. Nos agasajaste a mis amigos Juan Iglesias, su esposa Mari Carmen Caetano y a mí como si fuéramos familia. Te estaré agradecido por siempre. Sólo poder conocer en persona al maestro Antonio Fernández Díaz “Fosforito” y al fenómeno Antonio Reyes fue un verdadero placer. Recuerdo el merecido homenaje que se le ofreció al maestro José Menese, el cante moderno de Julián Estrada y la frescura de David Pino, la garra flamenquísima de Aurora Vargas, la meloja de la garganta de Antonio Reyes y el toque de Antonio Higueros. Fue una noche memorable que nunca olvidaré. ¡Gracias amigo!

 

Muchísimas gracias por atender nuestra llamada Alfonso. Ha sido un placer y honor compartir este ratito contigo. Un fuerte abrazo.


(NOTA: aquí os dejo la página web de Alfonso en la que podéis conocerlo mejor : https://alfonsocid.com/home).


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